No había tiempo para dudar. Justo cuando Fu Yunian estaba a punto de irse para revelar la verdad detrás de la muerte de Li Biao, una mano gentil lo detuvo.

“Deberíamos centrarnos en lo que tenemos delante ahora”. Su Yu se volvió hacia Wu Xuan y le indicó que tenían un testigo. Después de que los médicos pasaron horas manteniéndola con vida, Wu Xuan finalmente estaba fuera de peligro. Ella se sinceró sobre todo lo que sabía. Una vez que se hizo pública la verdad, Su Yu y la pandilla llegaron a la residencia de Lin Sisi. Fue demasiado fácil abrir la puerta de su habitación y tomar a Su Yu por sorpresa. ¿Estaba esperando la llegada de alguien, o había huido? Permaneció tensa hasta que vio a Lin Sisi en la esquina de su habitación. Lin Sisi estaba de espaldas a Su Yu mientras se apoyaba contra el alféizar de la ventana, con los ojos fijos en la distancia. Su Yu se adelantó, con ojos de furia mientras miraba a Lin Sisi. Ella preguntó: “Sabías que vendríamos, ¿verdad? ¿Por eso nos esperas aquí?” Lin Sisi agarró un bolígrafo y escribió su respuesta en papel. «Sí. Me gustaría saber cómo está Wu Xuan.”Su Yu se quedó plantada, sin saber qué debería revelar: la salud de Wu Xuan o que había vendido a Lin Sisi. Alguien la envenenó, y creo que sabes por qué. Fu Yunian fue al grano cuando Su Yu estaba distraída. El cuerpo de Lin Sisi se puso rígido. “¿Envenenado? Nunca la envenené. Cuando una expresión de dolor cruzó por su rostro, dejó el bolígrafo. Momentos después, sus ojos manchados se volvieron cristalinos como si acabara de resolver algo. Sin embargo, sus cejas fruncidas eran evidencia de su lucha interna. Su Yu pudo ver lo desgarrada que estaba y se detuvo. Esperó con Fu Yunian en silencio. Pasaron los minutos y Lin Sisi encontró la tranquilidad, su mirada determinada mientras las palabras volaban sobre el papel. “Debe haber sido Chu Yaoyao. La ayudé con todos sus actos sucios, pero mira lo que me hizo. Ahora lo sé: ¡ella es el diablo! Realmente lamento mi trato con ella. Si no hubiera tratado de hacerte daño, no me habría convertido en lo que soy ahora. Lo que ha profundizado aún más mi arrepentimiento fue sostener una vela al diablo. Quiero decir, eres tan inteligente y amable. No debería haberte enredado en este lío. Lo siento por lo que he hecho, y me arrepentiré de mis pecados con mi vida. Cuídate.» Su Yu sabía que Lin Sisi no estaba mintiendo esta vez: su agarre del bolígrafo se hizo cada vez más intenso al acercarse a sus últimas palabras. Todo lo que Su Yu sintió ahora fue un alivio. No importa cuán malvada fuera Lin Sisi, ella fue la marioneta con la cuerda todo el tiempo. Ahora había terminado así, lo que podría ser el mejor castigo para ella. No había necesidad de guardar resentimiento por el pasado, especialmente cuando Lin Sisi de repente apuntó la punta de su bolígrafo hacia su torso: cada centímetro de la queja de Su Yu había desaparecido. «Te perdono. Si no fuera por estos incidentes, nunca sabría lo que siento por Yunian”, Su Yu sonrió levemente. 1 Mientras Lin Sisi se distraía, Fu Yunian agarró el bolígrafo y se rió. “Sus palabras son mías. Retiraremos la demanda y no presentaremos cargos.” Cuando Su Yu y Fu Yunian intercambiaron miradas y sonrieron, Lin Sisi también lo hizo con gratitud. Sin embargo, no fueron tan misericordiosos con Chu Yaoyao. Todos enviaron a Chu Yaoyao a prisión y ella fue condenada por sus crímenes. Pasaría el resto de su vida haciendo trabajos penitenciarios.Después de todo lo que habían pasado, Su Yu y Fu Yunian volvieron a estar juntos. La familia de Su Yu finalmente lo aprobó y, junto con sus hijos, vivieron felices para siempre. 5